EMDR. PROFUNDIZACION DE LA TECNICA
EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing) de Francine Shapiro. México, editorial Pax, 2001. 439 pags (Existe una edición en castellano: Desensibilización y reprocesamiento por medio de movimiento ocular. Pax México, 2005).
A la hora de realizar esta reseña, describiré en primer lugar como F. Shapiro descubrió “por azar” el método EMDR, después el modelo teórico en el que se inserta y, en último lugar, el método de trabajo, con las ventajas y dificultades que presenta a nivel procedimental. En algunos casos mantengo la estructura del libro, sin embargo explico primero la teoría en la que se basa el método para que al llegar a la descripción del mismo tenga un sentido, y no sea visto como una técnica más. Pongo en cursiva los ejemplos y alguna frase textual de la autora. Al hablar de terapeuta y paciente utilizo indistintamente el masculino y el femenino, lo mismo que hace la autora en su libro, y desde una perspectiva de género. Por eso en algunos casos podrá leerse “el” terapeuta y en otros “la” terapeuta.
1. DESCUBRIMIENTO DEL MÉTODO EMDR Y MODELO DE TRABAJO
Francine Shapiro, descubridora del método EMDR, finalizaba su doctorado en literatura inglesa en 1979 y, a su vez, sentía mucho interés por la psicología conductual gracias a la lectura de las obras de J. Wolpe y A. Salter. En esta etapa le descubrieron un cáncer, y como ella describe “cuando nos ataca una enfermedad potencialmente fatal, puede convertirse en un evento que cambia nuestra vida... El tiempo cobró para mí una nueva dimensión”. Se dedicó entonces a estudiar a fondo la interacción que existe entre la enfermedad y los elementos estresantes del mundo exterior. Leyó la obra de N. Cousins y otras de psiconeuroinmunología. Posteriormente aunque su cáncer estaba curado, nadie le garantizaba que no volvería a aparecer. Y centró su búsqueda en cuales serían los métodos psicológicos y fisiológicos que podrían aumentar su salud.
Un día, en la primavera de 1987, al salir a caminar, descubrió por azar que ciertos pensamientos perturbadores de repente se alejaban de su mente y que cuando volvía a pensar en ellos, ya no eran tan perturbadores. Se dio cuenta de que cuando esto sucedía, sus ojos se movían de arriba abajo de forma muy rápida y de modo espontáneo y disminuía la carga negativa de los pensamientos. Entonces comenzó a hacerlo de modo deliberado, mientras se concentraba en otros pensamientos y recuerdos perturbadores, e igualmente disminuía su carga emotiva.
A partir de ahí comenzó a experimentar el método con amigos y posteriormente con sus pacientes dando lugar al inicio de un método para “desensibilizar el trauma” que fue investigado con grupos controlados de diferentes tipos de víctimas, validado experimentalmente, y se fue desarrollando hasta llegar a convertirse en un modelo y en un enfoque psicoterapéutico integral. La primera investigación piloto inicial duró 12 años, y posteriormente Shapiro habla de más de una docena de investigaciones controladas y de numerosísimos resultados clínicos exitosos logrados con la aplicación del método EMDR.
En sus inicios la autora partía de una formulación conductual ya que lo primero que constató fue la desensibilización de la emoción residual a cualquier tipo de trauma pero, posteriormente y a raíz de la experiencia clínica con sus pacientes, fue ampliando su marco teórico y el método EMDR se transformó en un paradigma integrador del procesamiento de la información. Este incluye la aplicación, la terminología y algunos de los conceptos del procesamiento de la información de las que hablan Lang y Bower. El libro no habla sólo de un método de trabajo o procedimiento que consta de una serie de pasos, sino que describe un marco conceptual o modelo que cambia nuestro modo de concebir la patología y que, además, es compatible con las diferentes orientaciones teóricas existentes, puesto que se trata de un modelo integrador. Después se explicará con más amplitud el modelo de procesamiento de la información, pero adelantemos dos premisas básicas en EMDR:
1. Se parte de la premisa de que el cerebro dispone de un sistema innato de “procesamiento de la información” que está preparado para procesar la información hasta alcanzar una resolución adaptativa que implique un estado de salud mental. Es decir, que ante cualquier evento “negativo” que nos sucede, el cerebro tiene capacidad de “procesarlo” (utilizando la terminología de la informática) hasta que desaparezcan las emociones negativas asociadas al mismo, y que ese evento nos sirva de aprendizaje y sea integrado para ser utilizado en el futuro. Sin embargo, como veremos después, el sistema puede desequilibrarse debido a un trauma, y entonces la información no puede procesarse debidamente. Por medio del método EMDR, podemos activar de nuevo ese sistema inherente al cerebro y ayudar a que la información almacenada traumáticamente pueda irse transmutando en información adaptativa, produciéndose en el paciente una desensibilización de la emoción, una reestructuración cognitiva, comprensiones profundas de cambio de significado, junto con la aparición de nuevos sentimientos positivos y recursos, que se van dando como efecto del “reprocesamiento” que se lleva a cabo en el nivel neurofisiológico. De ahí que el modelo pasara de llamarse EMD (eye movement desensibilzation) a EMDR (eye movement desensibilization and reprocessing).
Por tanto, en la base de este modelo se encuentra el concepto de autosanación psicológica, que funciona de modo semejante a la respuesta curativa del cuerpo cuando sufre una herida física. Cuando el cuerpo sufre una herida, salvo que haya un obstáculo, como un objeto extraño o la repetición de la misma, existe una tendencia natural hacia la curación. Esta misma tendencia sucede en el procesamiento de la información, que se va desplazando hacia la salud mental cuando se dan las circunstancias adecuadas. Sin embargo cuando el procesamiento se detiene, es como si esa información quedara atascada en un “circulo vicioso” y no podemos aprender de ella. Por ejemplo la víctima de una violación continúa recordando de manera automática las escenas, reviviendo las emociones, y sintiendo su autoconcepto contaminado por la culpa, en un intento del sistema nervioso de liberarse de algo pero sin poder hacerlo. Después de realizar el tratamiento con EMDR, la paciente puede recordar sin dolor, desaparecen las escenas intrusivas, las emociones se hacen adaptativas, y la autoevaluación que experimenta la paciente sobre sí misma se hace positiva sin que realice ningún esfuerzo.
2. La mayor parte de las patologías nacen de experiencias tempranas que ponen en movimiento un patrón de sentimientos, emociones, conductas, cogniciones y estructuras de identidad que generan una serie de actitudes. La estructura patológica se forma en base a toda esa información que no ha podido ser procesada adecuadamente, y a que las experiencias tempranas aún se conservan en el sistema nervioso en la forma específica que fueron contraídas originalmente. La continua influencia que ejercen estas experiencias tempranas se debe a que, como no fueron procesadas, se encuentran como “detenidas” en el sistema nervioso y los estímulos actuales hacen aflorar los sentimientos o emociones, y las creencias que forman parte de estos recuerdos, y por tanto el cliente sigue reaccionando del mismo modo en que reaccionó “entonces”.
Cuando la terapeuta enfoca la atención en los recuerdos que generaron la patología, está activando la información que ha sido almacenada “disfuncionalmente” en el sistema nervioso, y que no ha podido ser procesada por el mismo. A partir de aquí, con la aplicación del método, se van produciendo cambios que el cliente comienza a experimentar de modo progresivo: un cambio en sus emociones, cogniciones, actitudes y en los constructos de identidad que se van haciendo más realistas y adultos, con el consecuente cambio conductual en su vida.
Lo novedoso del EMDR es lo siguiente:
- Se da una intervención directa en el nivel fisiológico de la información.
- A pesar de que se re-experimentan emociones del pasado, la información se va reprocesando o actualizando y, cuando esto sucede, las emociones negativas van perdiendo fuerza.
- A nivel temporal, el cambio puede producirse de un modo inesperadamente rápido en algunos casos, no importa el tiempo que paso desde que sucedió el trauma.